Según el comunicado, recogido por la agencia de noticias oficial iraní, IRNA, los agentes fueron enviados a Irán para «perpetrar atentados terroristas», pero «todos ellos fueron identificados y detenidos antes de que pudieran realizar actos de sabotaje».

Agente de la Policía en Irán.

Los apresados estaban en contacto con el Mossad mediante de uno de los países vecinos de Irán y entraron en el país a través de la región del Kurdistán y contaban con equipos modernos de telecomunicaciones y operativos, así como con potentes explosivos.

Con ellos pretendían perpetrar «actos de sabotaje y atentados terroristas sin precedentes» en «ubicaciones sensibles».

Ahora se investigan posibles contactos de los detenidos dentro y fuera del país.