Los ya reportados ‘daños colaterales’ del ataque del 29 de agosto incluyen a 10 miembros de una familia, entre ellos seis niños, según un familiar de los fallecidos.

Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU durante la audiencia ante el senado de este país.

El senador Rand Paul, republicano por el estado de Kentucky, confrontó este martes al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, por las recientes decisiones de Washington respecto a Afganistán, y planteó duras preguntas a las que el representante del Gobierno apenas pudo responder.

Al testificar en la audiencia del Senado sobre la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, Blinken confesó que no tiene ni idea de si el ataque con dron perpetrado el 29 de agosto en Kabul, supuestamente contra un coche bomba, mató a un trabajador humanitario afgano y sus familiares o a un terrorista del Estado Islámico del Gran Jorasán, la rama local del EI, conocida por sus siglas en inglés como ISIS-K.

En un principio, Blinken trató de evadir la pregunta directa de Paul acerca de si «el tipo que la Administración de Biden mató con dron fue un trabajador humanitario o un operativo del ISIS-K», limitándose a contestarle que «la Administración claramente está revisando aquel ataque» y que «se hará la evaluación completa», pero luego cedió ante las insistencias del senador.

Senador Rand Paul.

«¿Entonces usted no sabe si fue un trabajador humanitario o un operativo del ISIS-K?», siguió Paul. «No puedo hablar de eso, y no puedo hablar de eso en este marco, en todo caso», respondió Blinken. «Entonces, ¿no lo sabe o no nos lo quiere decir?» continuó el senador. «No lo sé, porque lo estamos revisando», dijo finalmente Blinken.

«Bueno, verá usted, uno pensaría que antes de matar a alguien con un dron Predator hay que saber si es un trabajador humanitario o [un terrorista] del ISIS-K», le espetó Paul, al recordar que ese ataque en Afganistán no es un caso único y que ya mucho antes la Administración de Barack Obama mató en ataques similares a «centenares de personas».

Los ‘daños colaterales’ hasta ahora conocidos del ataque del 29 de agosto en Kabul incluyeron a 10 miembros de una familia, entre ellos seis niños, denunció ante los medios un familiar de los fallecidos. «No sé si es verdad, pero veo las fotos de esos bellos niños que murieron en aquel ataque. Si es verdad y no es propaganda, tal vez ustedes hayan creado cientos o miles de potenciales terroristas al bombardear a la gente equivocada», prosiguió el senador.

«No podemos tener una investigación después de matar a la gente. Lanzamos una investigación antes de matar a la gente».

El senador también criticó a la Administración de Biden por abandonar la base militar de Bagram y dejar una enorme cantidad de armamento estadounidense a disposición de los talibanes, sin que nadie rinda cuentas por ello. Además, vaticinó que los 64 millones de dólares que Washington destinó a Afganistán en concepto de ayuda humanitaria para la población civil acabarán en manos de los talibanes, y subrayó que sería «ingenuo» pensar lo contrario.