KANSAS CITY, Misuri — Bridget Burke, de 22 años, estudiante universitaria en Míchigan, dijo que le inquietaban los rumores de que las vacunas contra la COVID-19 podrían afectar su salud reproductiva. Bryson Hardy, de 19 años, es originario de Georgia y trabaja como instalador de cables de fibra óptica y aseveró que no le preocupaba contraer el virus por lo que no tenía planes de vacunarse; y Cinda Heard, de 27 años, asistente sanitaria a domicilio en Misuri, comentó que les temía a los posibles efectos secundarios de la vacuna y que solo se inoculó porque su empleador se lo exigió.